martes, 6 de febrero de 2018

La creatividad también se puede saborear


¡Nuevo martes, nueva entrada!
Esta semana hablamos de una de nuestras especialidades, una actividad que es la reina de nuestras excursiones y extraescolares: ARISTAS CHEF.

Conocer – experimentar – descubrir – saborear




Como ya hemos dicho otras veces, para nosotros aprender es descubrir. Y para introducir a los chicos en un tema, nos gusta que lo toquen, que jueguen, que experimenten para que surjan preguntas, sensaciones y emociones al adquirir un aprendizaje. Con ello, tratamos de hacer nuestros aprendizajes vivenciales, es decir, que se interioricen de forma permanente a través de los diferentes canales sensitivos.
Y cocinar es la herramienta perfecta para aprender: oler, tocar, saborear, pringarse, concentrarse para hacer detalles, tener paciencia para que los alimentos estén listas en su tiempo preciso… de forma transversal aprendemos educación y valores al tiempo que preparamos un plato riquísimo.


Alimentación saludable

Nuestro equipo de extraescolares está desarrollando más de 25 grupos de alumnos en Alicante, Murcia y Albacete, que están aprendiendo a cocinar. Gracias a su esfuerzo y cariño, muchos niños han descubierto una afición más allá del deporte o los videojuegos. Una afición que les permite descubrir el mundo de los vegetales, las posibilidades de encontrar sabores nuevos o cómo elaborar nuevas recetas para su día a día.

Al comienzo, nuestros compañeros realizaron recetas más sencillas y manipulativas. Sin embargo, paso a paso, tarde a tarde, han ido evolucionando y cada día se desarrollan alimentos más completos y artísticos, sorprendiéndonos a todos. Ahora, con el curso avanzado, ya utilizan hornos, sartenes y herramientas que le permiten realizar recetas más complejas.






Una actividad inclusiva

Además, queremos contarte una de las sorpresas que te alegran la vida. En una de las actividades extraescolares de cocina hemos colaborado con la Fundación ONCE para que Pedro, un niño con dificultades perceptivas, esté descubriendo que la cocina le encanta. La colaboración entre nuestro equipo pedagógico y los asesores de la Fundación ONCE ha permitido que podamos adaptar los instrumentos de cocina para que Pedro pueda colaborar en todas las actividades, y enriquecer este poliedro humano, solidario y divertido. 




 Una de las mejores sensaciones es ver cómo los niños disfrutan aprendiendo a comer… ¡hasta chuparse los dedos!

3, 2, 1 ¡a cocinar sonrisas!





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