martes, 10 de abril de 2018

TE INVITO A SER FELIZ, ¿TE VIENES?

¡Bienvenidos una semana más! 

Esta vez queremos enfocar nuestra entrada a buscar una felicidad interna. Desafortunadamente, en la sociedad, se nos plantean diferentes situaciones que hacen que un alto porcentaje de seres humanos sufran tristeza, depresión, inseguridad y miedo. Pues... ¡no! 

Te ayudaremos a analizar esos hábitos y a que te desprendas de ellos, ¿te vienes?



Antes de nada empezaremos analizando 5 hábitos que intoxican tu felicidad, que, en el blog la mente es maravillosa, detalla María José Roldán:

Pensar en negativo

Solemos tener la mala costumbre de pensar en negativo. Somos expertos en lo que no queremos, no tenemos, no merecemos o no somos capaces, focalizando nuestra atención en ello. Cultivar el pensamiento negativo puede ser un mal hábito que termine limitándonos tanto a nivel social como individual. Porque si crees que no puedes, ¿realmente vas a intentarlo?
El pensamiento negativo puede erigirse como un gran enemigo que nos atrape poco a poco en su tela de araña, convirtiendo todo nuestro alrededor en una neblina gris que en sus casos más extremos desemboque en depresión junto a otras variables.

Culpar a los demás de todo

Culpar a otras personas de lo que te ocurre es evadirte de la responsabilidad de tus propios actos e incluso de tus propios sentimientos. De esta manera, estarás diciendo que tú no eres dueño de tu vida sino que son los demás o las propias circunstancias.
Es necesario recordar que tienes el control sobre ti mismo y solo tú tienes las respuestas de lo que te ocurre.

Intentar ser alguien que no eres

Puedes vivir intentando ser tú mismo o de lo contrario, intentando ser la persona que los demás quieren que seas. Tú decides, pero evidentemente convertirte en el personaje que los demás desean supondrá una traición a tu forma de ser. Piénsalo… ¿Cómo podrás llegar a ser feliz si no eres tú mismo?
Ponerse una máscara es un arma de doble filo, una trampa que extendida en el tiempo te alejará de ti y de quien crees ser. Por lo tanto, descúbrete, aprende a aceptarte, a quererte y muéstrate tal como eres, solo así la relación contigo y los demás, será auténtica.

Compararse con los demás

Compararse con los demás no nos servirá de nada ya que cada uno de nosotros es único e irrepetible y ha vivido experiencias diferentes. Su historia, la tuya y la mía no tienen nada que ver, ¿para qué compararnos? ¿Para consolarnos o para creernos superiores? ¿Cuál es la finalidad que perseguimos?

No aprender de los errores

Los errores pueden ser nuestros mejores maestros si aprendemos de ellos. Si nos confundimos pero lo dejamos pasar sin reflexionar qué ha pasado y qué lección podemos sacar de ello, probablemente pueda ocurrirnos algo similar.


Como podemos observar, nuestra manera de ver el mundo nos lleva a vivir felices o infelices.
Tal y como decía Penélope Sweet “La depresión es alimentada por heridas no curadas”. ¡Analiza, reflexiona y cambia tu manera de ver el mundo! Porque… ¿sabes qué?

Debes tener en cuenta ciertos aspectos que toda mente antidepresiva sabe y fomenta:

-Háblate siempre en positivo, nunca en negativo.
-Abre tu mente. Las personas depresivas tienden a cerrarse, a ser rígidos y tener creencias erróneas. Cambia tu mentalidad y hazle frente a la depresión. Sé flexible.
-Haz relaciones sociales positivas, rodéate de gente positiva. Es imposible caerle bien a todo el mundo, pero seguro que le caes bien ¡a mucha gente!
-Vive tu vida con pasión y energía.
-Salta, salta todas las mañanas cuando te levantes.
-Mírate al espejo y asegúrate de que eres un afortunado de estar vivo.
-Sonríe.
-Baila, pon música y disfruta.






¡Felicidad, poliédricos!

0 comentarios:

Publicar un comentario