¡Bienvenidos una semana más!
Esta vez queremos enfocar nuestra entrada a buscar
una felicidad interna. Desafortunadamente, en la sociedad, se nos plantean
diferentes situaciones que hacen que un alto porcentaje de seres humanos sufran
tristeza, depresión, inseguridad y miedo. Pues... ¡no!
Te ayudaremos a analizar esos hábitos y a que te
desprendas de ellos, ¿te vienes?
Antes de nada empezaremos analizando 5 hábitos que
intoxican tu felicidad, que, en el blog la mente es maravillosa, detalla María
José Roldán:
Pensar en negativo
Solemos tener la mala costumbre de pensar en
negativo. Somos expertos en lo que no queremos, no tenemos, no merecemos o
no somos capaces, focalizando nuestra atención en ello. Cultivar el
pensamiento negativo puede ser un mal hábito que termine limitándonos tanto a
nivel social como individual. Porque si crees que no puedes, ¿realmente vas a
intentarlo?
El pensamiento negativo puede erigirse como un gran
enemigo que nos atrape poco a poco en su tela de araña, convirtiendo todo
nuestro alrededor en una neblina gris que en sus casos más extremos desemboque
en depresión junto a otras variables.
Culpar a los demás de todo
Culpar a otras personas de lo que te ocurre es
evadirte de la responsabilidad de tus propios actos e incluso de tus propios
sentimientos. De esta manera, estarás diciendo que tú no eres dueño de tu vida
sino que son los demás o las propias circunstancias.
Es necesario recordar que tienes el control sobre ti
mismo y solo tú tienes las respuestas de lo que te ocurre.
Intentar ser alguien que no eres
Puedes vivir intentando ser tú mismo o de lo contrario,
intentando ser la persona que los demás quieren que seas. Tú decides, pero
evidentemente convertirte en el personaje que los demás desean supondrá
una traición a tu forma de ser. Piénsalo… ¿Cómo podrás llegar a ser feliz
si no eres tú mismo?
Ponerse una máscara es un arma de doble
filo, una trampa que extendida en el tiempo te alejará de ti y de quien crees
ser. Por lo tanto, descúbrete, aprende a aceptarte, a quererte y muéstrate
tal como eres, solo así la relación contigo y los demás, será auténtica.
Compararse con los demás
Compararse con los demás no nos servirá de nada ya
que cada uno de nosotros es único e irrepetible y ha vivido experiencias
diferentes. Su historia, la tuya y la mía no tienen nada que ver, ¿para qué
compararnos? ¿Para consolarnos o para creernos superiores? ¿Cuál es la
finalidad que perseguimos?
No aprender de los errores
Los errores pueden ser nuestros mejores maestros si
aprendemos de ellos. Si nos confundimos pero lo dejamos pasar sin reflexionar
qué ha pasado y qué lección podemos sacar de ello, probablemente pueda
ocurrirnos algo similar.
Como podemos observar, nuestra manera de ver el
mundo nos lleva a vivir felices o infelices.
Tal y como decía Penélope Sweet “La depresión es
alimentada por heridas no curadas”. ¡Analiza, reflexiona y cambia tu manera de ver el
mundo! Porque… ¿sabes qué?
Debes tener en cuenta ciertos aspectos que toda
mente antidepresiva sabe y fomenta:
-Háblate siempre en positivo, nunca en negativo.
-Abre tu mente. Las personas depresivas
tienden a cerrarse, a ser rígidos y tener creencias erróneas. Cambia tu
mentalidad y hazle frente a la depresión. Sé flexible.
-Haz relaciones sociales positivas,
rodéate de gente positiva. Es imposible caerle bien a todo el mundo, pero
seguro que le caes bien ¡a mucha gente!
-Vive tu vida con pasión y energía.
-Salta, salta todas las mañanas cuando
te levantes.
-Mírate al espejo y asegúrate de que
eres un afortunado de estar vivo.
-Sonríe.
-Baila, pon música y disfruta.
¡Felicidad, poliédricos!
¡Bienvenidos una semana más!
Esta vez queremos enfocar nuestra entrada a buscar
una felicidad interna. Desafortunadamente, en la sociedad, se nos plantean
diferentes situaciones que hacen que un alto porcentaje de seres humanos sufran
tristeza, depresión, inseguridad y miedo. Pues... ¡no!
Te ayudaremos a analizar esos hábitos y a que te
desprendas de ellos, ¿te vienes?
Antes de nada empezaremos analizando 5 hábitos que
intoxican tu felicidad, que, en el blog la mente es maravillosa, detalla María
José Roldán:
Pensar en negativo
Solemos tener la mala costumbre de pensar en
negativo. Somos expertos en lo que no queremos, no tenemos, no merecemos o
no somos capaces, focalizando nuestra atención en ello. Cultivar el
pensamiento negativo puede ser un mal hábito que termine limitándonos tanto a
nivel social como individual. Porque si crees que no puedes, ¿realmente vas a
intentarlo?
El pensamiento negativo puede erigirse como un gran
enemigo que nos atrape poco a poco en su tela de araña, convirtiendo todo
nuestro alrededor en una neblina gris que en sus casos más extremos desemboque
en depresión junto a otras variables.
Culpar a los demás de todo
Culpar a otras personas de lo que te ocurre es
evadirte de la responsabilidad de tus propios actos e incluso de tus propios
sentimientos. De esta manera, estarás diciendo que tú no eres dueño de tu vida
sino que son los demás o las propias circunstancias.
Es necesario recordar que tienes el control sobre ti
mismo y solo tú tienes las respuestas de lo que te ocurre.
Intentar ser alguien que no eres
Puedes vivir intentando ser tú mismo o de lo contrario,
intentando ser la persona que los demás quieren que seas. Tú decides, pero
evidentemente convertirte en el personaje que los demás desean supondrá
una traición a tu forma de ser. Piénsalo… ¿Cómo podrás llegar a ser feliz
si no eres tú mismo?
Ponerse una máscara es un arma de doble
filo, una trampa que extendida en el tiempo te alejará de ti y de quien crees
ser. Por lo tanto, descúbrete, aprende a aceptarte, a quererte y muéstrate
tal como eres, solo así la relación contigo y los demás, será auténtica.
Compararse con los demás
Compararse con los demás no nos servirá de nada ya
que cada uno de nosotros es único e irrepetible y ha vivido experiencias
diferentes. Su historia, la tuya y la mía no tienen nada que ver, ¿para qué
compararnos? ¿Para consolarnos o para creernos superiores? ¿Cuál es la
finalidad que perseguimos?
No aprender de los errores
Los errores pueden ser nuestros mejores maestros si
aprendemos de ellos. Si nos confundimos pero lo dejamos pasar sin reflexionar
qué ha pasado y qué lección podemos sacar de ello, probablemente pueda
ocurrirnos algo similar.
Como podemos observar, nuestra manera de ver el
mundo nos lleva a vivir felices o infelices.
Tal y como decía Penélope Sweet “La depresión es
alimentada por heridas no curadas”. ¡Analiza, reflexiona y cambia tu manera de ver el
mundo! Porque… ¿sabes qué?
Debes tener en cuenta ciertos aspectos que toda
mente antidepresiva sabe y fomenta:
-Háblate siempre en positivo, nunca en negativo.
-Abre tu mente. Las personas depresivas
tienden a cerrarse, a ser rígidos y tener creencias erróneas. Cambia tu
mentalidad y hazle frente a la depresión. Sé flexible.
-Haz relaciones sociales positivas,
rodéate de gente positiva. Es imposible caerle bien a todo el mundo, pero
seguro que le caes bien ¡a mucha gente!
-Vive tu vida con pasión y energía.
-Salta, salta todas las mañanas cuando
te levantes.
-Mírate al espejo y asegúrate de que
eres un afortunado de estar vivo.
-Sonríe.
-Baila, pon música y disfruta.
¡Felicidad, poliédricos!